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  El último vaso   El día que nació Arturo, su madre recibió un regalo extraño de una anciana vecina -cuya edad nunca había podido adivinar- y quien casi nunca la visitaba. Envueltos en papel celofán había media docena de vasos de vidrio. No es mentira que se sorprendió un poco con el gesto, pues no era costumbre en el área urbana. El niño creció viendo usar los vasos, ya agua, ya una limonada para la visita, en fin, el uso que suele dársele y se le da a unos vasos. Todavía un adolescente, fue con su madre a visitar a la vieja vecina, que estaba muy enferma. Luego de un rato junto a la cama la madre se despidió y salió de la habitación con semblante triste. Él la iba a seguir cuando de pronto sintió la mano huesuda de la anciana que lo sujetaba por un brazo y lo acercaba a sí; al principio se asustó, sobre todo porque su madre no se había dado cuenta, pero luego cedió a la presión.  La vieja enferma hizo que acercara el oído a su boca y le susurró: - Esos vasos son tu vida...- y lo sol
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Elena habla con la luna Caída la tarde, en esa especie de interludio que la separa de la noche, mi nieta, mirando por la ventana, me grita, iluminados sus ojitos de azabache: -"¡Yoyo, la luna...!" Yo le explico que la luna sale cuando está oscuro... (sin querer le he dicho una mentira que en pocos segundos ella se encargará de desbaratar). - "No, Yoyo, la luna, en el cielo..." Yo me asomo a la ventana y ciertamente, la luna resplandece, abriéndose paso entre nubes grises que presagian lluvia. - "Tienes razón, ahí está la luna, parece que hoy salió más temprano..." (le digo para enmendar mi mentira involuntaria). Elle se queda mirándola en silencio y al ratito le dice, con su vocecita suave: -"Luna ven, baja... baja conmigo, luna..." y se abraza a sí misma, como ofreciéndole ese abrazo a esa esfera de luz plateada, que la fascina... De repente, compungida dice: -"¡Ay, onme...!" Una nube impertinente ha cubierto la luna, que quizás tambié
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  Los Jubilados nos vamos quedando sin opciones Hace unos días tuve una de las experiencias más traumáticas y frustrantes que haya vivido en una institución bancaria. Harto del mal servicio que recibo de parte de uno de los bancos con que opero, me decidí cerrar las cuentas y cancelar la tarjeta de crédito que en él tenía y migrar a otro banco que había ya seleccionado. Pero como más sabe el diablo por diablo que por viejo, antes de tomar esta drástica decisión, me dirigí al banco destino para averiguar condiciones y factibilidad, pues la movida estaba condicionada a que en este banco me diera el mismo límite de la TC de crédito que iba a cancelar.  Me siento frente a la oficial de Servicio de Negocios y le explico lo que quiero y mis condiciones, ella me pide la cédula y empieza a navegar en su PC. Luego de un (buen) rato, me dice: "Usted tiene un historial de data crédito impecable, pero por su edad no podemos darle ese límite en la tarjeta. En estos casos, la política del banco
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Déjá vu "La historia ocurre dos veces:  la primera vez como una gran tragedia  y la segunda como una miserable farsa."​    Tengo la extraña sensación de haber vivido antes lo que en estos días me está tocando vivir. Tenía 9 años cuando mis tías (que no eran católicas practicantes, pero sí le tenían más miedo al comunismo que el diablo a la cruz) me llevaron a uno de los llamados "mítines de reafirmación cristiana", convocados por la iglesia católica contra la "amenaza comunista" que según ella se cernía sobre el pueblo dominicano con el gobierno de Juan Bosch. Era 1963. La concentración se llevó a cabo en la antigua "Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre", hoy Centro de los Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo. Recuerdo que una de mis tías y yo lo presenciamos desde la escalera exterior de uno de los edificios que habían alojado las exposiciones de 1955.  Mucha gente allí no entendía lo que los oradores decían, simplemente los ha

A propósito del próximo congreso del PLD

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A propósito del próximo congreso del PLD La traumática experiencia sufrida por el PLD el pasado 5 de julio de 2020 se veía venir. La división del partido en vísperas de unas elecciones nacionales lo auguraban. Los analistas de superficie afirman que si se suman los votos sacados por Leonel Fernández a los sacados por Gonzalo Castillo el total todavía estaba por debajo del obtenido por Luis Abinader. Pero estos análisis se limitan al aspecto matemático del asunto, obviando el aspecto político, que es el verdaderamente importante, ya que incluye en la ecuación una palabra mágica: percepción. Para el elector no-partidista, la división de un partido como el PLD, sumada a los veinte años que tiene en el poder (con un receso de 4) y el desgaste natural que en sociedades como la nuestra eso produce, lo hacían un partido perdedor. Con toda seguridad el voto de estos electores migraría hacia el partido que, en su visión de la realidad, iba a ganar. Pero los problemas del PLD no comenzaron con l
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La salud, principio elemental de toda función social El próximo domingo, es decir, dentro de cuatro días, se elegirán las autoridades nacionales, a nivel presidencial y congresal y yo quiero cometer el atrevimiento de darle un consejo a las que resulten electas. Se refiere a la salud. La práctica secular de los gobiernos que hemos tenido de 1961 a la fecha (para no irme más atrás) es priorizar el gasto de salud hacia la construcción y remodelación (a veces re-re-remodelación) de los grandes y medianos hospitales del país. No es que esa inversión no sea necesaria, porque sí lo es, pero no es prioritaria. En la etapa de evolución sanitaria en que se encuentra la República Dominicana la prioridad en el gasto de salud la debe ocupar la estrategia de atención primaria desde el punto de vista de política de salud y el reforzamiento del primer nivel de atención desde el punto de vista funcional e infraestructural.  Con lo que se ha invertido en remodelar y construir grandes hospi
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Réquiem por Hugo Hugo Tolentino ha fallecido. Falleció el escribidor de discursos camañistas del '65, el político beligerante y -no el Rector Magnífico, sino- el magnífico rector. Hugo fue amigo de mi suegro, Juan Ducoudray y a pesar de sus diferencias políticas, sostuvieron siempre un trato de respeto y un cariño de hermanos, sentimientos que habían acunado desde su amistad de infancia. Yo tengo una deuda con Hugo Tolentino. En 1973 se creó el embrión de lo que sería el Grupo Experimental Nueva Forma y al año siguiente solicitamos a la UASD el auditorio de su Alma Mater para nuestro primer concierto, "Canciones para una Isla Nueva". Hugo Tolentino era el rector. En preparación del concierto, ensayábamos frecuentemente en casa de Joaquín Basanta y Milagros Ortiz Bosch, que nos brindaban con entusiasmo su hogar para esos fines. El recital de Nueva Forma fue el 24 de abril. Hugo lo presenció y le gustó tanto que nos pidió que hiciéramos un recital, temático